jueves, 15 de abril de 2010

El enemigo

A la vez que el cuchillo, llegaron al restaurante algunos cubiertos más. Era una nueva remesa de cucharas. Había dentro de ella, un grupo en particular de cinco cucharas grandes y prepotentes que destacaban por encima de las demás. Siempre iban juntas a todas partes y formaban tal jaleo que se las escuchaba llegar de antemano.
Por primera vez, hubo alguien que no ignoró a la pequeña cuchara, aunque no fue precisamente para bien. Aquellas cinco grandotas habían encontrado el entretenimiento de pillar sola a la cucharita y jugar a amenazarla, empujarla e insultarla.
Si antes no había sido un cubierto feliz, ahora nuestra protagonista se mostraba abiertamente desgraciada. Pasaba los días tristes, viendo como la Pareja Perfecta era feliz e intentando huir en todo momento de El Enemigo. Soñaba con escapar de allí. Cualquier sitio, pensaba, era mejor que aquello.
Pero, uno no sabe los acontecimientos que le depara el futuro y aquella cuchara tendría mucho por vivir…

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